Firma Electrónica Avanzada: Grandes ventajas para el mundo inmobiliario
Columna de Marcelo Mora en El Diario Inmobiliario
La firma electrónica avanzada en el rubro inmobiliario ha experimentado un aumento significativo en su adopción tras la pandemia debido a la necesidad de reducir la interacción física. Desde que la firma electrónica fue introducida en Chile por la Ley N 19.799 – y complementada por el DS 181/2002-, se ha ido posicionando como una solución al momento de hacer trámites online. En Chile, es utilizada en trámites como la firma de contratos de arriendo, firma de contratos de administración, promesa de compraventa y salvoconductos para mudanzas.
La firma electrónica avanzada y reconocida legalmente ofrece un alto nivel de seguridad y autenticidad en las transacciones inmobiliarias. Al utilizar tecnologías criptográficas, garantiza que el documento no se pueda alterar y que la firma sea única y vinculante al firmante. La ley 20217 de 2007, modifico el código de procedimiento civil e incorporó entre otros cambios el número 6 del artículo 342 de dicho Código dispone que serán considerados como como instrumentos públicos en juicio, siempre que en su otorgamiento se hayan cumplido las disposiciones legales que dan este carácter. Por lo tanto, la Firma Electrónica Avanzada tiene igual validez y se le reconocen los mismos efectos jurídicos que a una firma manuscrita ante notario y es admitida como prueba en juicio. Esto es compatible con la función de dar fe, actividad que ejecutan los notarios cuando hacen la identificación de la persona para cerciorase que la persona que firma un documento es quien dice ser. Al ser una firma reconocida por una empresa certificadora, le da rango legal. De esta forma, la Firma Electrónica Avanzada permite crear un concepto nuevo de ‘documentos fiables’, generándose el no repudio de la documentación y el no repudio de la identidad.
En relación a ello, se destaca el cumplimiento normativo de la Firma electrónica avanzada, ya que se ajusta a los marcos legales y regulaciones en materia de firma digital y autenticación electrónica. Esto asegura que las transacciones inmobiliarias realizadas mediante firma electrónica sean legalmente válidas y vinculantes.
Por otra parte, la firma electrónica elimina la necesidad de imprimir, escanear y enviar documentos físicos, lo que agiliza significativamente el proceso de cierre de una transacción. Además, reduce los costos asociados con el transporte y el almacenamiento de documentos en papel.
En cuarto lugar, los participantes en una transacción inmobiliaria pueden firmar documentos desde cualquier lugar y en cualquier momento, siempre que tengan acceso a Internet y un dispositivo adecuado. Esto facilita la colaboración entre partes que pueden estar en ubicaciones geográficas diferentes.
También una ventaja de la firma electrónica es la mayor eficiencia en la gestión documental. Con la firma electrónica, los documentos se pueden almacenar y organizar de manera más eficiente en plataformas digitales, lo que facilita su búsqueda y recuperación cuando sea necesario.
Por último, la Firma Electrónica Avanzada mejora en la experiencia del cliente al simplificar el proceso de firma y agilizar las operaciones, lo que puede aumentar la satisfacción y la fidelidad de los clientes. Además, es bastante transparente. El usuario firma y los documentos van a llegar a los respectivos notarios para ser autorizados. Por lo tanto, la empresa que contrata estos servicios como una constructora o una inmobiliaria, finalmente es la que contrata los servicios de los notarios que agrupan todo esto de manera que para el usuario es tan sencillo como firmar en la nube.
Marcelo Mora, CEO de IDOK
Fuente: El Diario Inmobiliario